viernes, 1 de febrero de 2013
El consenso general y el retrohamor (Street Fighter x Mega Man related)
Prácticamente he resumido todo el post con el título pero vamos allá de todas maneras.
No es ningún secreto para aquellos que me siguen que la dificultad y el desarrollo del juego me parecen de los puntos más importantes de un videojuego, pudiendo tapar otros puntos bien hechos.
Pues bien, heme aquí que recientemente, tras años de mi Nintenseguerismo crónico, me ha dado por ponerme con otras franquicias que siempre me habían llamado pero que nunca jugué en profundidad, en este caso Mega Man. ¿Qué tiene que ver esto? Dejadme explicar.
He comenzado por los dos primeros de NES, el primer X de SNES, y para jugar algo reciente en comparación, me he bajado el gratuito Street Fighter x Mega Man. Y jugando este último tras tocarme salvajemente con los anteriores de lo que me han gustado, mi reacción es... meh.
¿HABÉIS LEÍDO BIEN?
MEH
Street Fighter x Mega Man es el ejemplo perfecto de eso que digo siempre de que el RETROHAMOR es ciego y casi siempre distorsiona y exagera cosas, como una pandilla de amigos jugando al telefonillo.
Siempre he aplicado a los videojuegos, lo mismo que me enseñaron en el colegio a la hora de valorar obras literarias y filmográficas: el contexto histórico. Cómo influyó en el desarrollo de la obra el momento temporal y las circunstancias en que se concibió. Es por el contexto que no nos importa que Super Mario World use cino o seis temas musicales para todo el juego con ciertas variaciones, mientras que nos irrita que NSMB U recicle el 50% de su música. Es por el contexto que no nos importa que Mario Kart 64 tuviese ocho personajes mientras que los 17 de Mario Kart 7 se antojan pocos porque falta medio plantel acumulado en los años. En su momento, Super Mario World y Mario Kart 64 introdujeron muchas novedades jugables que a día de hoy ya se dan por sentadas pero que fueron novedad en su momento, y que se lamentan cuando se ausentan.
Tampoco digo que haya que arrastrar absolutamente todo y que el más mínimo fallo implique el suspenso total. Si me pongo mis gafas snobs puedo destrozar cualquier título que me déis, pero tampoco es plan. No digo que haya que arrastrar todo como un macroexamen de historia, pero sí ir ampliando poco a poco el mínimo exigible, con alguna renovación necesaria en el camino que debe seguir respetando las normas mínimas de coherencia, progresión, etc. Un ejemplo sería el Mario Party 9, obviando el descarado rubberbanding que beneficia de manera flagrante a la CPU y convierte el modo monojugador en un festival de suerte.
La cuestión es que el RETROHAMOR, el tipo de amor por lo retro que nos hace endiosar todo lo pasado y banalizar cualquier punto positivo de nuevas entregas, muchas veces de forma inconsciente, es un sentimiento engañoso y lleva a distorsionar la realidad. Un producto del RETROHAMOR mal entendido sería ese Classic Sonic de Sonic Generations MickeyMousizado, que apela a la imagen formada en la nostalgia colectiva más que a cómo era el personaje realmente en los juegos (particularmente del 2 en adelante, con sus momentos "cool" y demás).
Y esto entronca con mi partida a Street Fighter x Mega Man. No he probado Mega Man 9 ni el 10, que también basan su atractivo en la nostalgia 8-bitera, y soy consciente de que esto es un fangame ascendido a juego oficial, de chiripa, así que no puedo comparar, pero este Street Fighter x Mega Man se basa más en como la gente RECUERDA a los clásicos en vez de en como realmente eran.
En la sociedad de la información de hoy día, con trillonadas de información a un click, cualquiera puede ser insta-experto en algo con leerse opiniones, resúmenes, y verse cuatro vídeos de Youtube sin necesidad de jugar al juego en cuestión. Es la osmosis cultural, ese fenómeno que hace que todo el mundo sepa que Martin Luther King recitó un discurso que empieza con "I have a dream..." y que a la vez ni el Tato sepa decirte cómo continúa. El problema es que al igual que pasa con un mensaje que pasa por cuatro intermediarios antes de llegar a su destino, la nostalgia también deforma los hechos, y acaba por crear ese monstruo que es "el consenso general" o "la opinión popular". Y la opinión popular, sea negativa o positiva, condena toda opinión que se salga de ella.
Básicamente, todo el mundo que simplemente lea un poco, puede saber datos de cultura general/trivia como los siguientes:
-En 300, Leónidas grita THIS IS SPARTAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!
-En American Pie, un tipo se folla un pastel.
-Batman & Robin es una de las peores películas del hombre-murciélago. Salen Bat-tarjetas de crédito y Bat-pezones masculinos.
-Astérix y Obélix siempre ahostian a los romanos.
-Sonic tiene demasiados amigos de colores y lleva desde la Dreamcast sin sacar un sólo juego bueno.
-Los juegos de Mega Man son jodidamente difíciles y sacan un trillón de juegos por año (o más bien "sacaban", en pasado, viendo la lamentable política actual de Capcom con la franquicia).
Ahora preguntáos cuánta gente que sepa esto, es capaz de citar algo más de dichas obras, fuera de las referencias obvias.
OJO, no estoy diciendo que haya que ser experto 100% en una materia para hablar de ella, pero sí que hay que saber contextualizar y matizar las opiniones subjetivas, en vez de lanzar burradas y escudarte en que "todo el mundo lo dice/sabe" para eludir cualquier argumentación que se te presente. La de discusiones que nos ahorraríamos si utilizáramos más el "a mí no me gusta" o "es mi opinión" con coherencia, en vez de como escudo tras una sarta de trolleos. Vamos, que no hay que ser cabezota. A menos que estés trolleando y deliberadamente busques tocar los cojones.
¿Seguís sin ver el punto? Pues es obvio. Yo podría NO haber dicho que nunca he tocado un Megaman, pero si me pongo a tirar de Google, fanwikis, Youtube, análisis, y demás, puedo recitaros escenas enteras, sin que un sólo juego de la saga haya entrado en mis consolas, y quedaría como el experto jugón que ha tocado todos los palos que se requiere en el medio del periodismo videojueguil; al menos si soy mínimamente listo y me informo bien antes de meter errores garrafales.
Volviendo a mi partida en Street Fighter x Mega Man, me he topado con un juego que alude a la percepción popular del personaje (juego old-school súper difícil), con niveles con saltos y tramos cuestionables y algunos más bien sosillos (a nivel jugable al menos; la ambientación está lograda). Jefes absolutamente imposibles con patrones aleatorios y/o demasiado enrevesados, y "decisiones artísticas" jodidamente estúpidas como que los jefes secretos se desbloqueen metiendo perfects a los otros sólo con el Mega-Buster o LA IMPOSIBILIDAD DE SALVAR, cosa que era excusable en el primero de NES, pero no en un juego de 2012 ¿O es que no sabéis que el save no ocupa lugar? (Nota: recientemente se ha lanzado una versión con passwords... ya estamos en el nivel de los X de 1993 pero siguen sin estar en 2012).
Ahora es cuando me decís que me parece difícil porque soy un n00b, todos henchidos de orgullo porque vosotros sí que sabíais lo que era la dificultad y hoy día es todo muy fácil y blablabla, pero os recuerdo que este n00b se está pasando el Mega Man 1 y 2 de NES y el X de SNES, y no puedo por más que maravillarme ante el exquisito diseño de niveles, el excelente control, y la dificultad justa, sin guarradas de enemigos que aparecen de golpe, ni saltos imposibles, ni hostias en vinagre. Lo único remotamente parecido a la RETRODIFICULTAD que tan bien viene para medirse el miembro viril en escala gamer, son las plataformas que desaparecen en orden en algunas fases del 1 y el 2, y si me apuras, el tener que averiguar por cuál fase es mejor empezar en el X (Launch Octopus es el primero de la lista pero es IMPOSIBLE si no vas, como mínimo, con el upgrade de las piernas que te permite sprintar, y al menos un tanque de energía).
A lo mejor mis opiniones cambian cuando esté más adentrado en la saga y disponga de la habilidad suficiente para pasarme Mega Man 2 sin passwords, a Launch Octopus del X sin el upgrade del sprint, y el Street Fighter x Mega Man metiendo perfects a los jefes. Pero de momento, he sido franco con mis opiniones, y no he pretendido saber de lo que no sé amparándome en la opinión generalizada, siempre citando que toda esta reflexión es una opinión.
En próximas entregas, más y mejor.
Mission completed by
Easmo
a las
16:47
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2 comentarios:
Muy interesante la reflexión, y comparto el diagnóstico: nuestra "cruzada" contra el RETROHAMOR no se dirige contra el gusto por los juegos añejos, absolutamente respetable y que comparto porque me gusta la historia del videojuego y los buenos juegos, sean de cuando sean; sino contra la adoración de lo retro como pose, porque ahora está de moda, por esa mimetización de opinión que trae consigo el interné. Se está más a gusto cuando compartes opinión con muchos, o mejor dicho, cuando coges la opinión de otros para sentirte protegido "en su bando".
En cualquier caso, te digo que a mí los Mega Man me han parecido siempre muy difíciles, de hecho no he conseguido pasarme ninguno de los que he intentado salvo el X.
Y a mí también me costó horrores Launch Octopus, porque fue suya fue la primera fase que elegí (porque aparece la primera en la pantalla de selección) y hasta que no conseguí el disparo de Boomer Kuwanger para cortarle los tentáculos no fui capaz de vencerle. El más sencillo para empezar diría que es Armored Armadillo, su fase es un paseo (y vaya temazo que suena) y el jefe no da muchos problemas. Mega Man X es una pasada.
Ya sabes que yo también estoy de acuerdo con tu reflexión jaja Es que no entiendo eso de tener que venerar lo que se hizo hace 15 o 20 años simplemente porque sí. Si de los juegos de ahora hablamos de los aspectos que nos gustan y de los que no, ¿por qué no se iba a hacer con los antiguos?
Tú mismo has dado la clave, se hace así para no salirse de "lo que se supone que hay que hacer porque se supone que es lo que está bien hecho". Pero ojo, en Internet es muy fácil hacerse un nombre yendo siempre a favor de estas cosas y siendo (por supuesto) uno más que piensa tal cosa, o yendo siempre a contra porque los demás no tienen ni idea y tú sí; y tan mal está lo uno como lo otro. La personalidad o la falta de ella que te creas con respecto al público te termina comiendo.
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