miércoles, 18 de enero de 2012

Análisis: Los Sims 3 (3DS)


“Todos nacemos originales y morimos copias". Con esas sencillas palabras, el suizo Carl Gustav Jung lograba expresar el evidente desgaste que sufre el ser humano con el tiempo, y cómo el entorno entorpece nuestros propios conceptos hasta incurrir lenta pero inexorablemente en la pura mediocridad.

No, no hablo de ninguna pedantería filosófica que posiblemente a nadie interese, sino en un hecho que vivimos todos los días. ¿Cuántas compañías han exprimido sus sagas hasta la saciedad de forma lamentable? No hace falta que levantéis vuestras antorchas contra SEGA por el maltrato del puercoespín azul, pues no es sino la punta de un inmenso iceberg del que aún conocemos poco. Y aunque es cierto que la mayoría de veces se debe a que mitificamos determinadas obras, no podemos justificar según qué cosas.

Hablo, como no podía ser de otra forma, de Electronic Arts. Una compañía que hace casi doce años creó un hito en la historia de los videojuegos, y sólo en PC, oye: Los Sims. Es importante remarcar esto, pues apostó por los juegos de ordenador y aunque obviamente ya se jugaba antes en PC, abrió una de las muchas puertas para el público casual (testigo que recogería Nintendo años más tarde). Sorpresas y un enorme fenómeno mediático fueron la respuesta de una sociedad que hasta entonces entendía los videojuegos como un escape de la realidad, un medio para manifestar nuestro lado más fantástico. ¿Un simulador de la vida? ¿Qué sentido tiene invertir nuestro tiempo real en algo ficticio? Posiblemente estas fueron las preguntas que precedían a tan esperado estreno y es que, a día de hoy, me ha vuelvo a surgir semejante cuestión tras dedicarle algunas horas al juego que nos ocupa.

Y es que tras el boom que supuso la primera entrega, Electronic Arts ha encontrado otra franquicia más sobre la que refugiarse (además de FIFA, Madden NFL, Need for Speed… suma y sigue) y regocijarse en sus ventas millonarias. Gracias a este abrumador éxito, actualmente podemos encontrar entregas de la saga en prácticamente todas las consolas del mercado, aunque eso sí, sin aprovechar en absoluto las capacidades de cada máquina. Continuos sacacuartos que lejos de ofrecer siquiera la calidad del producto original, ahuyentan y repelen a los pocos jugadores que se atreven a acercarse a semejantes experimentos. Y es que a estas alturas, no hace falta ser un lumbreras para reconocer que la saga vive y se mantiene gracias a las entregas de PC, pues reconozcamos que se conciben verdaderamente para esta plataforma.



Lejos de recuperar esa gloria pérdida, EA nos sacude con una tercera entrega (tras numerosas expansiones) para todas las consolas. Sin embargo, aunque el lanzamiento ya de por sí no causa ningún interés por las experiencias previas en Wii, 360 y PS3, todavía quedaba la incógnita de como sería la inclusión de la franquicia en la nueva portátil de Nintendo: 3DS. ¿Logra recrear las sensaciones experimentadas en PC? o, ¿resulta infumable para todo ser viviente? Todas esas cuestiones quedan reflejadas en este completo análisis.

Nada más iniciar una nueva partida, queda patente como EA intenta sorprender al usuario de 3DS con una nueva característica en la personalización de nuestro Sim: reconocimiento facial. Así es, a través de la cámara, podemos tomarnos una foto y el sistema como buenamente puede, intenta recrear un Sim lo más parecido a nosotros. Una característica especial, si no fuera porque no funciona como se espera, resultado de un escaso y ridículo número de rasgos a personalizar, careciendo de cualquier atisbo que nos pueda recordar a nosotros mismos. Una pena, pues no hubiera costado absolutamente nada implementar las mismas características de personalización que ya vimos en la versión de ordenador, quitándonos esa sensación tan primitiva que nos deja lo visto en 3DS.



Tampoco mejora la experiencia una vez entramos en materia. Es de agradecer el uso del stylus para navegar por los diferentes menús del juego, pero lo cierto es que está tan limitado a nivel de opciones, que no aporta nada. No hablamos de contenidos extras o simples añadidos, sino de mecánicas tan esenciales como la búsqueda de empleo o la relación con otros sims, estando todo reducido a la máxima expresión. Es irónico, pero realmente estamos pagando por un juego que no está terminado, o mejor dicho, ofrece una cuarta parte de lo que promete el resto de versiones.

¿A qué se debe este paso atrás? Quizás las prisas de la compañía por sacar un producto para la nueva portátil de Nintendo y las ansias de dinero rápido, hayan sacrificado un desarrollo que posiblemente nunca debería haberse producido. Un auténtico desengaño que echa por tierra todo el trabajo vertido a lo largo de los años, dando marcha atrás repentinamente en esta nueva entrega. Y es que es incomprensible como una compañía como EA que saca cada año un juego de sus mismas sagas con ligeros añadidos, haya podido cometer semejante error garrafal. Es como si el próximo FIFA 13 sólo nos permitiera elegir entre dos equipos y manejáramos al jugador con un botón. Sí, es sumamente ridículo, como ridículo es el sistema que nos plantean en Los Sims 3 para 3DS. Y es que es imposible no caer en el aburrimiento tras media hora de juego, quizás por la falta de ambición o quizás por la ausencia de objetivos. En cualquier caso, un producto que no cumple con las necesidades básicas que se le exigen.

Sin embargo, mientras que el control cumple de forma mediocre (gracias a Dios por el uso del stylus), su apartado gráfico es un completo desastre. Desde la creación de nuestro propio Sims, atisbamos cómo a pesar de los distintos rasgos que otorguemos a nuestro avatar, su cara de simio no cambiará ni un ápice. Malos modelados, texturas de baja calidad y un irrisorio apartado gráfico en general; refleja lo que nos temíamos: el juego da la sensación de un mero port de la versión para móviles. Algo a estas alturas imperdonable, y más en el catálogo de estreno de una consola, quedando este juego relegado al fondo de todas las estanterías.



Tampoco aporta nada el efecto 3D, totalmente prescindible y con una continua sensación agridulce. Y si pensáis que el apartado sonoro mejora lo presente… estáis equivocados. Sólo hay algo destacable a la hora de jugar con los altavoces al máximo, y es la radio de nuestro Sims. Sólo así taparemos la ridícula e insulsa melodía que escucharemos durante el resto del juego (sí, lo he dicho en singular). Ya no entramos a cuestionar dicha radio, pues con cumplir dicha función ya es bastante.

Pero, ¿cuánto tiempo nos puede durar, o mejor dicho, divertirnos? Pues lo cierto es que bastante poco. Si a todo lo dicho anteriormente le sumamos las pocas características aprovechadas de la consola, damos con un producto obsoleto de salida y con pocas ambiciones. Pero ante tanta mediocridad, es necesario hacer mención a los nuevos poderes exclusivos de esta versión (una chorrada al fin y al cabo), y al uso del StreetPass de la consola. No es una revolución, pero nos permite compartir determinados objetos con otra consola que encontremos por la calle (que serán pocas, visto lo visto…).



Por todo esto y más, no es necesario jurar que nos encontramos ante un nuevo sacacuartos de la compañía. Una prueba irrefutable de como no debe hacerse una adaptación y un punto negro de cara a futuras entregas. Una ocasión desaprovechada por un producto desfasado, obsoleto y aburrido por sí sólo. Sus limitadas opciones y un apartado audiovisual digno de dos generaciones atrás, le hacen estar en lo más profundo de nuestras estanterías. Un juego que no deberías contemplar como una futura compra, pero si lo recibes como regalo, quizás te entretenga un rato.

2 comentarios:

Easmo dijo...

Muy buen analisis y todo eso pero ¿era necesario el puyazo a Sonic?

Unknown dijo...

Nos ha quedado claro que no hay que tocarlo ni con un stylus largo XD Fue título de lanzamiento de la consola, ¿no? Pues está claro que está por estar.