martes, 7 de febrero de 2012

La historia de Nintendo (IV)


1972: Oddysey en el ciberespacio
Cargamos la partida y nos plantamos en 1972 para seguir con las trancas y barrancas de Nintendo en sus años mozos: justo después de que Gunpei Yokoi pasara de construir mecanos en sus ratos libres a pergeñar todo tipo de cachivaches electrónicos y convirtiera a Nintendo en una empresa de referencia en esto de los jueguecitos chupapilas.

Ahora las miras de nuestro presi borde favorito, Hiroshi Yamauchi, estaban puestas en Estados Unidos, donde se había puesto a la venta una especie de caja de zapatos que se conectaba al televisor y mostraba unas imágenes electrónicas con las que se podía jugar. Era la Magnavox Oddysey, la primera videoconsola doméstica de la historia.

Este aparato estaba diseñado por un ingeniero americano llamado Ralph H. Baer, al que podemos considerar abuelo de los videojuegos y, por tanto, culpable de dejar al mundo sin miles de futuribles Premios Nobel. Los gráficos que era capaz de mostrar esta protoconsola se limitaban a cuadradotes y alguna línea, por lo que con la Oddysey se incluían una serie de capas de plástico con colores y dibujitos para colocar sobre la pantalla de la TV y así recrear los escenarios que la propia máquina no era capaz de mover.

Ralph Baer
Tampoco reproducía música ni efectos sonoros, e incluso carecía de cualquier tipo de memoria interna, por lo que el jugador tenía que anotar sus puntuaciones en el manual de instrucciones ("yo conseguí 10.000 trillones de puntos en cada juego, y si no me crees, mira esta tabla de puntuaciones escrita por mí").

Para la Odyssey apenas había disponibles una veintena de títulos, la mayoría de deportes con una pelotita cuadrada, pero el caso es que Yamauchi no paró hasta hacerse con los derechos de distribución de la consola en Japón.

En 1974 la Oddysey se puso a la venta en Japón, y el negocio no fue mal porque que ya sabéis que a los japos les encantan las últimas tecnologías (aunque algunos coman con palillos), pero los costes de importar las consolas de Estados Unidos eran bastante elevados. Así que Yamauchi empezó a darle vueltas a la idea de lanzar una consola de videojuegos propia y así ahorrarse un buen pellizco en gastos de envío (que no había Amazon Premium por aquella época...). De modo que el departamento de I + D de Nintendo empezó a trabajar, que ya era hora, con el objetivo de desarrollar la que se convertiría en la primera videoconsola doméstica de Nintendo.

No es la cabina de mandos de Mazinger Z...

Mientras tanto, Nintendo probaba suerte en el mundo de los salones recreativos, que empezaba a despuntar. Vamos, juegos electrónicos embutidos en una cabina tragaperras de esas que dejan sin propinas a los camareros en los bares.

Una de las primeras intentonas de la por entonces no-tan-gran-N en el noble arte de saquear céntimos fue obra de Genyo Takeda, que entró en la compañía en 1970, considerado la primera persona que creó un videojuego en Nintendo, y no ha dejado de crear máquinas y juegos desde entonces. Sí, un genyo.

Y es que en 1975 Takeda se sacó de la manga el EVR Race, una mastodóntica cabina electro-mecánica en la que podían jugar a la vez seis personas. Bueno, lo lo que se dice jugar… en la pantalla se veía a una carrera de caballos y había que apostar por un ganador. Y poco más. El principal problema de las entrañas mecánicas del cacharro eran las, frecuentes, aparatosas y costosas reparaciones.

La tatatatatatatarabuela de Wii: Color TV Game 6

Así que abandonar lo mecánico y pasar a lo electrónico era casi una necesidad, aunque para Nintendo la fabricanaipes eso se le quedaba todavía un poco grande, por lo que se aliaron con Mitsubishi Electric para que pudiera ver la luz su primera consola doméstica. Ya se sabe que las cosas son más fáciles jugando modo cooperativo. 

Al fin, en 1977, ambas empresas lanzaron conjuntamente en Japón un aparatejo llamado Color TV Game 6, vamos, una consola que incluía 6 juegos a la que parece que puso el nombre alguien con los conocimientos de inglés de Toro Sentado.

La Game 6 se conectaba al televisor y permitía jugar a 6 versiones diferentes del mismo juego, Light Tenis, un Pong como cualquier otro de la época.

Light Tennis: esos palos son Nadal y Federer. 
Hasta dos personas podían vivir la alucinante experiencia de mover unas paletas girando las ruedecillas de la consola como si del dial de una radio se tratase, pues no había ni mandos ni ná. Alta tecnología, oiga. Al menos el juego era a color, a diferencia del Pong original.

El caso es que, ya fuese gracias a su ajustado precio (Nintendo perdía dinero por cada maquinita vendida) o a su variado catálogo de juegos (tenis, tenis, tenis, tenis, tenis y tenis), la Color TV Game 6 acabó vendiendo 350.000 unidades en Japolandia, por lo que a Yamauchi se le dibujó el símbolo del Yen en los ojos y decidió que la compañía tenía que centrarse en las consolas.

Un joven Shigeru Miyamoto con cara de fumao
Ese mismo año, 1977, un padre consiguió para su hijo una entrevista de trabajo con su amigo Yamauchi. El joven, de 24 años y recién graduado en Arte Industrial por la Universidad de Kanazawa, era un poco rarito: le gustaba dibujar manga, tocar el banjo y perderse explorando los bosques que rodeaban su Kioto natal. Por si fuera poco, le encantaba hacer juguetes, por lo que se presentó ante el temible presi con ocurrencias como unas perchas de madera con forma de animalitos. 

Ver una percha con forma de elefante ablandó el duro corazón de Yamauchi, que decidió contratar al joven como diseñador aprendiz. Por cierto, se llamaba Shigeru Miyamoto

4 comentarios:

Pancho Gamez dijo...

Muy buen post, no se cuanto ha pasado sin que nadie comente este gran trabajo.

Pancho Gamez dijo...

=)

Unknown dijo...

¡Muchas gracias por comentar! Aunque lo importante es que se lea y toda esta información quede en la red para la posteridad, que se difunda la cultura ya no nintendera, sino videojueguil en general (porque esto es historia de los videojuegos, ni más ni menos ;-)

Cuando pienso que Yamauchi cogió una empresa de cartas y se retiró tras el lanzamiento de GameCube... lo que cambian las cosas.

Aaron Arana dijo...

exelente post vengo leyendome la historia y me parece genial obtener tanta info completa y junta bien ahi :)