martes, 24 de mayo de 2011

El peligro del hype en el mundo de los videojuegos


¿A qué hacemos referencia cuando hablamos de hype? Bien, si acudimos a un diccionario encontraremos la siguiente traducción de la palabra: “(n) propaganda exagerada; (v) anunciar algo exageradamente”.

Y esto, aplicado al mundo de los videojuegos, es lo que estamos padeciendo en nuestros días. De este modo, las compañías levantan durante mucho tiempo antes del lanzamiento una gran expectación sobre los productos que llevarán a las tiendas, formando una opinión en muchos casos distorsionada a los futuros usuarios.

Son muchos los medios utilizados para ello y muchos más los peligros que conllevan, como veremos a continuación. ¿Deben las compañías contenerse a la hora de anunciar un producto y centrar todas sus fuerzas en trabajar en un producto verdaderamente bueno?

Vamos a ver cuáles son las distintas maneras a través de las cuales el jugador empieza a sentir la urgente necesidad de comprar el juego que le están anunciando:

Los videos épicos

Todo anuncio de un nuevo juego viene acompañado, en nuestros días, con un pequeños teaser tráiler, de escasa duración, que simplemente sirven para hacer que los foros empiecen a hervir ante las ganas del título en cuestión, sobre todo si es una serie consolidada.

Y después de esto, cuando pasa un tiempo (poco, porque el bombardeo de nuevos vídeos promocionales es constante) llegan vídeos con algo más de “contenido”, de todo tipo: desde vídeos epiquísimos que no usan el motor del juego y que nos harán babear durante las en torno a 100 veces que veremos el vídeo en cuestión, casi hasta que nos aprendamos de memoria cada plano y línea de diálogo; pasando por vídeos gameplay (que seleccionan los momentos más brutales de la acción); diarios de desarrollo que nos destripan cómo trabaja el equipo de desarrollo para traernos “el mejor juego del año”... o vídeos que se salen de lo habitual, como el caso del reciente (y decepcionante) Homefront, que empleaba imágenes de políticos reales para montar la base argumental de la cual partiría la acción.




Simplemente genial

Ejemplos no nos faltan: el vídeo de anuncio de Skyrim, que se limitaba a un plano recorriendo unos grabados en piedra mientras una contundente voz nos contaba la leyenda de Dovhakin, el alucinante y escalofriante vídeo de Dead Island, el tráiler Destino de Dragon Age 2, los numerosos e “hipotéticos” trailers de Homefront, el recentísimo de Hitman que se limita a enseñar una serpiente entre dos pistolas…




Esto es lo que nos pasa a muchos…

Como he dicho, no son demasiado breves los intervalos de tiempo entre nuevos vídeos, lo cual se eleva exponencialmente debido a la gran cantidad de ferias de videojuegos que cada pocos meses se celebran alrededor de todo el mundo. Y feria es sinónimo de novedades, y novedades significa más hype, quizá poca información sobre la jugabilidad, pero vídeos y declaraciones que despierten expectación no faltarán. Y ello nos lleva a otro de los métodos generadores de hype:

Las declaraciones de los desarrolladores y jefes de los proyectos

Es normal que creamos que lo que nosotros hacemos es lo mejor y lo más de lo más. Y en este mundillo hay grandes egos que declaran y no paran de soltar perlas sobre revoluciones jugables, denostando a la competencia, dejando caer globos sonda sobre posibles proyectos que rondan la mente del estudio…

No podemos hablar de declaraciones polémicas sin nombrar a Peter Molyneux, el “gurú” del mundo de los videojuegos que siempre pretende revolucionar el mundo de los videojuegos.



Molyneux en su día dijo de Fable 2 que iba a ser “el mejor juego de la historia”. Y se quedó tan ancho

Cada nuevo juego que trae Molyneux acarrea una cantidad enorme de declaraciones del bueno de Peter hablando sobre lo genial que será (o que fue su predecesor de la saga) y lo rompedor que será. Así, se espera con muchísimas ganas el nuevo título que la desbordante imaginación del británico creará a continuación. Desgraciadamente, es tan desbordante su imaginación, que siempre se queda a medio camino de lo prometido, y acaba siendo enormemente criticado por prensa y público.

Y ojo, las cosas en su sitio, para nada hace malos juegos, me lo pasé genial jugando a Black & White, The Movies o al primer Fable (el único de la saga al que he jugado), pero nadie puede negar que Peter Molyneux es un maestro creando hype (y declaraciones polémicas).

Pero no es patrimonio exclusivo de Molyneux este tipo de declaraciones. Prácticamente cada día leemos noticias llenas de comillas, en las que los desarrolladores dan nuevas perlitas de sus megatones futuros, y afirman que su juego dará la vuelta al género, que nada volverá a ser lo mismo…promesas que, desgraciadamente, quedan muchas veces en polvo que se acaba llevando el viento.

Corresponde a cada uno valorar si es necesario para la sana competencia entre desarrolladores este tipo de declaraciones, si verdaderamente potencia la competitividad para ofrecer el mejor producto al usuario o simplemente sirve para crear puro hype que se traducirá en ventas el día de su lanzamiento y notas altas en los medios especializados.

Los medios especializados

Seguimos hilando los componentes del proceso del hype, y ahora les toca a los medios especializados. Desde el mismo momento en el que nos traen cada novedad y declaración ya colaboran a levantar la expectación de nosotros, ávidos lectores que deseamos devorar cada mínima novedad del juego que tenemos en nuestro punto de mira desde aquel remoto momento en el que vimos el primer arte conceptual del mismo.

En ningún momento quiero decir que dejen de informar, ni mucho menos, no son más que transmisores de la información que se va generando y que vamos demandando los usuarios al minuto.

Donde verdaderamente se pueden convertir en generadores de hype es a la hora de analizar las novedades que van a salir a la venta pocos días después del análisis correspondiente. Ése si es un hype peligroso. Muchas veces no se lee las páginas de texto, sino que se mira el numerito que se le da y en consecuencia se decide si comprar el juego o no.

Y en ocasiones (las menos, eso sí), la nota se pone tirando muy al alza. El caso más destacable de los últimos años fue la polémica del primer Assassin’s Creed, que recibió por parte de todos los medios especializados (sin distinción, no quiero individualizar) notas increíbles, poniendo por las nubes sus aparentes virtudes que parecían verse reforzadas por las impresionantes capturas que acompañaban a los textos.


Así que era más que lógico hacerse con el juego sin dudarlo, todo indicaba que nos encontrábamos ante un triple A: los vídeos de las ferias de meses anteriores, las noticias que iban saliendo cada día y los favorables análisis no hacían justicia a la repetitividad del título que lo alejaban del sobresaliente; dejándolo, eso sí, en un juego simplemente bueno o notable, que necesitaba (y podía) mejorar bastante, como se demostró con Assassin’s Creed 2.

Las demos, ¿vacunas contra el hype desmedido?

Es difícil clasificar a las demos: ¿reductoras o provocadoras de aún más hype? Si bien es cierto que las demos suelen ser productos que directamente nos ofrecen grandes dosis de espectacularidad y pretenden mostrar las mejores virtudes de las que hará gala el título, muchas veces sirven para calmar los ánimos tan elevados que nos habían generado.



Un caso muy concreto y personal de esta función de “vacuna” contra el hype lo podemos encontrar en el reciente Dragon Age 2. He de confesar, por si alguien aún no lo sabía, que soy un enamorado del primer Dragon Age, que disfruté mucho en mi PC. De modo que deseaba una segunda parte como agua de mayo. El anuncio de Dragon Age 2 despertó un hype del tamaño de un dragón (lo siento por el pésimo juego de palabras) y ver el tráiler Destino no ayudó a disminuirlo.

Pero algo olía raro: varias declaraciones apuntaban a que el juego tiraría algo más hacia el Action RPG (del estilo de Mass Effect). Aún tenía confianza en las nuevas informaciones que decían que los jugadores del PC no se sentirían defraudados (a pesar de los recortes que experimentarían). Así que bajé con muchas ganas la demo, y la probé en mi PC y en mi PS3, deseoso de poder ir a reservar el juego en cuanto la terminara. Lástima, no fue así.

Conclusiones


El hype, como nos ha demostrado la experiencia, puede ser un arma de doble filo, aunque en ocasiones (por fortuna) la expectación levantada se corresponde con lo que en realidad se ofrecerá, productos de calidad… ¿o nos vamos autoconvenciendo de esa calidad desde que vemos el primer tráiler de 30 segundos?

Saludos

2 comentarios:

Easmo dijo...

El hype es lo peor. Aunque en dosis saludables sea bueno, no lo es tanto cuando se descontrola y, combinado con la mente colectiva de eso que llamamos internet, provoca reacciones de anti-hypeen detrimento de cosas que valen la pena.

Unknown dijo...

A mí el hype me gusta y me divierte mucho, porque no deja de ser ilusión, ilusión por un producto, a veces ilusión por la nueva entrega de una saga que para tí significa mucho... el problema es que muchas veces, ese acto de saborear y hacerme pajas mentales con cada nuevo dato me divierte más que el juego hypeado... XD

Pero bueno, no podemos olvidarnos de que los videojuegos son productos y esos trailers tan hypeantes simples anuncios publicitarios hechos por gente que sabe cómo conseguir que el anuncio nos deje con ganas de comprar. Y como en cualquier anuncio, el anunciante puede pasarse diciendo cosas que realmente no son para tanto, haciendo que el producto parezca mejor de lo que es, o incluso mostrando lo mejor del producto (juego en este caso) en el trailer de forma que lo mejor ya lo hayas visto y el resto lo hayan escondido porque es un despropósito, y que el resultado final sea una mierda muy bien envuelta.

Pero pasa con todo: películas, ropa, productos de limpieza, música... y los videojuegos no podían ser la excepción.

Sobre lo que dice Easmo, pasa como en la política, hay ciertas desarrolladoras que por tener más presupuesto nos bombardean con sus trailers, anuncios, compran reviews... y hacen que todo el mundo esté pendiente de su nuevo lanzamiento, mientras pasan desapercibidas opciones muchas veces mejores, que, simplemente, no tienen presupuesto como para colgar un enorme banner en las grandes webs videojueguiles, y al final se hunden en el desconocimiento y en lo más hondo de los cajones de saldos del GAME.

Pero en fin, que todo esto es un juego de expectativas, unos quieren que nos creamos que su producto es lo más mejor del mundo (y saben cómo conseguirlo, de ahí que trailers con una voz en off y un logo nos puedan volver locos) y nosotros, podemos dejarnos persuadir, o no. Con el juego en mano no tendré piedad si es necesario, pero antes del lanzamiento me dejo convencer :-p

Me encanta este momento vivido en la conferencia de Nintendo en el E3 de 2004, el primer trailer de lo que acabaría siendo Zelda Twilight Princess. HYPE en estado puro, y si no, mirad la reacción de los asistentes, periodistas que supuestamente tienen que ser objetivos ante un anuncio, XD

http://www.youtube.com/watch?v=uXrsK8ICp8E

Yo ví ese momento en directo y descubrí lo que es el Hype.

Y dejadme que voy a seguir hypeandome con Project Cafe :-$