martes, 15 de febrero de 2011

Análisis: Kinect Sports


Todavía persiste en nuestras retinas la imagen de aquel joven Proyect Natal que, junto con la particular demo técnica de Milo, nos prometía un futuro cambio en la forma de ver los videojuegos. Grandes pretensiones que con el tiempo se han quedado a medio camino, en gran medida por culpa de los limitados servicios que ofrece de serie el accesorio, características que prometen activar en un futuro mediante actualizaciones.

Sin embargo, ya son varios los juegos que comienzan a hacer uso de esta nueva tecnología, aunque centrándose aún (a pesar de la intención de Microsoft de contentar al público hardcore) en la vertiente casual, siendo esta la que más dinero mueve hoy día. A pesar de esto, no hay que desvalorar la calidad de estos productos, y es que en juegos de estas características prevalece la diversión y la jugabilidad ante un buen argumento o nivel técnico.





Tras el arranque inicial de Kinect, nos llega uno de los primeros títulos pensados para el nuevo accesorio de Microsoft; Kinect Sports. Antes de analizar dicho título, es necesario dejar constancia de la repercusión que años atrás dejó Nintendo con su consola de sobremesa. Ahora volvemos a experimentar la innovación que ya protagonizó Wii hace unos años, advertimos la intención de Microsoft de atraer al público casual en su cerrado mercado hardcore, pero sin embargo se ha perdido lo que durante años permitió a Nintendo triunfar a nivel de ventas en esta generación: el factor sorpresa. Es obvio que la sombra de Nintendo es larga, tanto como para eclipsar muchos de los primeros lanzamientos que se están desarrollando para Kinect, los cuales producen una constante sensación de deja vu.

Ahora nos encontramos ante una nueva propuesta desarrollada por el estudio Rare, basada en la fórmula de minijuegos prácticos y accesibles para demostrar la jugabilidad que ofrece el nuevo accesorio de Kinect. ¿Ofrece suficientes alicientes para su compra? ¿Aprovecha todas las capacidades que ofrece Kinect? Sigue leyendo para descubrirlo.

Jugabilidad

En un juego de estas características, es en este apartado donde demuestra su verdadero potencial. En este aspecto, Kinect Sports cumple con creces su cometido. La variedad de deportes disponibles (fútbol, bolos, voleibol, ping pong, boxeo y atletismo) y los diversos minijuegos con los que cuenta, lo convierte en un título bastante completo en los que la jugabilidad se ajusta perfectamente a cada prueba.

Es destacable la fidelidad en pantalla de nuestros movimientos, destacando la especial dedicación que ha tenido el estudio en este aspecto.

En deportes como voleibol o ping pong es donde advertimos el verdadero potencial del producto, donde con nuestras manos golpearemos la pelota mientras nos desplazamos de un lado a otro. A medida que vamos desarrollando nuestra habilidad, estaremos ante la opción de retar a NPCs de nivel más avanzado, a pesar de mostrar su auténtico potencial en el multijugador. Sin embargo, una de las mayores sorpresas a nivel de deportes ha sido el fútbol, aunque en contraste con esto también se advierte su limitada jugabilidad, basada en simples golpes de pelota para pasar o chutar, de manera que en ningún momento podremos desplazarnos por el campo a nuestro libre albedrío.
Para acabar con los deportes que mejor exprimen las capacidades del dispositivo, nos encontramos ante la prueba de atletismo, sin lugar a dudas la más completa respecto al resto. Así, podremos practicar lanzamiento de disco, salto de longitud, tiro de jabalina... al más puro estilo que marcan las Olimpiadas.


Como se viene diciendo durante estos meses, Kinect sólo ofrece partidas para un máximo de dos jugadores frente la cámara, situándose esta a un mínimo de 1.8 metros y siendo necesarios dos metros para disfrutar plenamente del accesorio. También es necesario mencionar que cualquier persona u objeto que se interponga entre la cámara y tú hará desaparecer la conexión entre ambos (como es lógico), siendo necesarios unos pocos segundos para volver a restablecerse.

Sobre la presencia de lag, nuestros movimientos se transmiten en pantalla medio segundo después de realizarlos, en momentos casi inapreciables y que no dificultan en absoluto la experiencia de juego. En este sentido, es posible definir este tipo de lag como los propios ejecutivos de Microsoft han denominado: lag biológico.

A pesar de todo, se echa en falta mayor profundidad en la jugabilidad, limitando el control a simples movimientos de nuestros cuerpo que podrían ser más precisos.


Gráficos

No nos engañemos, en Kinect Sports no encontraremos las últimas novedades referidas a nivel técnico, pero cumple con creces su cometido. Su colorida paleta de colores nos ofrece escenarios cálidos y desenfadados, en contraste con la continua presencia de los avatares de Xbox. No sería justo valorar este apartado desde el mismo prisma que otros juegos que cumplen funciones bien distintas a este Kinect Sports.

Ante esto, estamos ante un motor gráfico decente y que no se resiente en ningún momento del juego, siendo suficiente como para ofrecer una experiencia plenamente satisfactoria.




Sonido

Al igual que el apartado anterior, a nivel sonoro el juego no destaca en absoluto (ni tiene por qué hacerlo). Partiendo de esta base, durante la mayoría de pruebas las melodías pasan simplemente inadvertidas, a excepción de escasos momentos en los que por el contrario, escuchamos hits atemporales de artistas como Queen o Lady Gaga.

Es esta toma de licencia la que nos permite formular la siguiente pregunta: ¿Por qué no se han explotado estas canciones? De hecho, son estas famosas composiciones las que sorprenden al jugador, el cual se ve expuesto durante el resto del juego a melodías monótonas y aburridas que no casan con la idea de juego que brinda Kinect Sports.

Otros...

En cuanto a su duración, es de valorar los diferentes minijuegos que complementan cada deporte, añadiendo innumerables horas de juego en compañía de amigos. Además, tenemos la oportunidad de compartir nuestros récords o desafiar a rivales mediante su modo online, un añadido más que aumenta sus horas de uso.


Es destacable la IA de nuestros contrincantes, que ofrece verdaderos retos en sus niveles más avanzados, sólo aptos para los más duchos en la materia.

A pesar de todas estas características, se echa en falta algún modo de juego más para cerrar un apartado que podríamos valorar como muy positivo respecto a sus posibilidades.

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Conclusión

En conclusión, Kinect Sports no supone un paso más dentro del género, pero sí consolida todas las virtudes de sus competidores para ofrecer un producto completo y desenfadado. La multitud de deportes y minijuegos nos harán pasar divertidos ratos acompañados de amigos, función que cumple sin lugar a dudas.

Sin embargo, se echa en falta un apartado sonoro a la altura o modos de juego más innovadores, dejando entrever la falta de ambición al mostrar un título notable pero que no ofrece alicientes como para destacar entre los reyes del género.

Lo Mejor:
- La multitud de deportes y minijuegos.
- Uno de los títulos que mejor aprovecha Kinect.
- Ofrece diversión desenfadada.

Lo Peor:
- Falta de innovación.
- Algunos deportes podrían estar más pulidos.
- Apartado sonoro totalmente prescindible.

2 comentarios:

Hakka dijo...

Zaska y yo lo probamos un día con el de ping pong y boxeo y salimos como siempre... ni fu ni fa. Acabamos cansados, ¡y yo tuve agujetas al día siguiente! Sería por las ganas que le puse a los puñetazos jeje.

El ping pong no le cogimos el punto... y es que siempre nos salia la bola para el mismo sitio, asi que al final ganaba el q menos fallara al darla, sin más.

Yo auguro que no van a adaptarlo en condiciones a ningun juego hardcore. Me da que cambiarán de consola antes de sacarle buen jugo...

Unknown dijo...

Cierto, si a Hakka y a mí casi nos tienen que sacar en camilla de la Caravana Kinect, no me quiero imaginar cómo se habrá quedado Turcio después del análisis. Será que lo vivimos demasiado :-$

Después del estreno del Kinect con la inevitable copia del Wii Sports, este año empezará a verse de verdad qué tiene que ofrecer el cacharrito. Y un jugador Hardcore no quiere un Gears of War capado sobre raíles, sino un juego nuevo que te deje esa sensación de "qué pasada, sin el Kinect no sería lo mismo".

A ver si se lo toman en serio y no es un accesorio que promete y se queda en ná, como el Wiimote Plus (sigo esperando juegos que lo aprovechen...)

¡Gran estreno, Turcio!

¡Oreja!