viernes, 25 de febrero de 2011

Defendiendo los trofeos/logros














En muchas ocasiones se vapulean los “inventos” de la nueva generación: DLCs, multijugador, trofeos/logros… Sin entrar en los dos primeros, que darían para debatir mucho en entradas posteriores, hoy me gustaría ser el abogado del diablo de los trofeos/logros: aquellos “premios” que el juego nos da por hacer cosas más o menos extraordinarias.

Hoy, tras haber conseguido mi primer trofeo platino con Assassin’s Creed 2, vengo a defenderlos y a esgrimir los argumentos que justifican los trofeos/logros como algo deseable, y no como una lacra de esta generación.



La base de la que parten los logros es, como ya he dicho más arriba, premiar las acciones de los jugadores según lo extraordinarias que éstas hayan sido: desde los más facilones como superar los distintos capítulos que componen la historia (que aunque no lo parezca, se merece premiar según qué juego) o resolver combates de una manera concreta; hasta los más complicados, casi de coleccionista, como recoger 100 plumas repartidas por los lugares más recónditos en el caso de AC2 (en realidad es un trofeo de bronce, pero requiere un tesón considerable) o los archiconocidos platinos (en el caso de PS3) que requieren tener todos los trofeos de bronce, plata y oro.

Hay quien dice que condiciona la manera de jugar, que no deja libertad al jugador para que disfrute a su manera del título. Cosa que considero no es acertada, ya que nadie te obliga a conseguir el trofeo de marras. Es decir, te pones a intentarlo si quieres presumir de tus esfuerzos.


Y ahí está una de las grandes bazas: el vacilar con los colegas. ¿Quién no ha mostrado con orgullo su partida con 99:99 horas en un Final Fantasy o su porcentaje de misiones completadas de un GTA? Pero otras cosas no quedaban registradas, como un movimiento guay, una concatenación de muertes consecutivas, el haber acabado con un enemigo de una forma concreta… Es entonces cuando los trofeos/logros vienen a rellenar ese vacío.

Además, el afán de conseguir todos los trofeos/logros de un juego con el que has disfrutado potencian los motivos para rejugarlo, alargando la vida útil de los títulos (otro de los males endémicos de esta generación) considerablemente, lo que hace que no nos despeguemos del todo del juego en cuestión.

Eso mismo es lo que me ha pasado con el platino que conseguí hace unos días. Se trata del trofeo platino (por el que se deben conseguir los restantes) de Assassin’s Creed 2. Cuando terminé la historia (afortunadamente compré la versión completa que venía con códigos para descargar las 2 secuencias “corruptas” del Animus) aún tenía ganas de rondar por los tejados de la Italia renacentista.

Y qué mejor manera que conseguir el trofeo “En memoria de -------” (no escribo el nombre completo ya que podría suponer un spoiler), que a pesar de ser bronce requiere de paciencia, ya que deberemos recoger 100 plumas de ave que están dispersas por todos los mapeados.


Así que qué mejor que armarse de paciencia, mapas de las ciudades con las localizaciones de las plumas y el Photoshop abierto para ir marcando con una X bien grande las conseguidas, así hasta 100, haciendo alguna misión secundaria que había dejado olvidada por el camino.

Varias horas después ya las había conseguido, y, aunque aún quedaban un par de trofeos que requieren antes haber superado ése, me sentí orgulloso por mi “esfuerzo”.

Una vez conseguido el platino llegué a la siguiente conclusión, que es la que me ha motivado a ponerme la corbata y coger el maletín para defender a mis clientes el señor Trofeo y el señor Logro: Había explotado hasta el tuétano un título con el que había disfrutado durante su historia (no es el juego definitivo de la consola, pero aún así me ha gustado mucho), tuve la sensación de haber aprovechado cada euro que costó, había jugado a un hazte con todos desafiante coleccionando las plumas, y (quizá lo menos importante pero lo que más se puede exteriorizar) a partir de entonces puedo presumir de haber conseguido el 100% de la primera aventura de Ezio.



Lo dicho, considero que los trofeos/logros son un gran invento de la nueva generación de consolas, porque no todo iba a ser malo. ¿Qué os parece a vosotros? ¿Son los trofeos una manera de impedir que el usuario juegue como quiera al condicionar sus actuaciones para poder conseguir el trofeo/logro de turno, o por el contrario pensáis que ayudan a disfrutar y rejugar más nuestros títulos preferidos?

2 comentarios:

Hakka dijo...

Yo, como oiste en el podcast, no estoy en contra, que además sería absurdo estar en contra de un añadido en un juego; pero me mantengo indiferente... Es cierto eso de que puede hacerte jugar de cierta manera un juego para consegui tal cosa, pero en ese sentido lo recomendable es pasartelo una vez a tu bola, y una segunda intentando conseguir cosas. Es una forma de alargar su vida útil, como dices.

Y sobre lo de la sensación de haber amortizado cada euro, es cierto, a mi me ha pasado con el MotorStorm, que no tiene trofeos pero he conseguido todo con la mejor clasificación posible y desbloqueado todo, así que ya no me queda más. Estan aprovechados los pocos euros que me costo jeje

Unknown dijo...

Fue buena idea que Chankletor sacara el tema porque es una de las nuevas ideas que ha dado la última generación consolera. ;-)

Principalmente, el tema de los logros me parece interesante porque te permite ver unas "estadísticas de juego" en tu perfil y compararlas con las de otros. Pero, aunque sé que a muchos les motiva fardar de trofeos y tal (y seguro que mola ver un trofeo en tu perfil para la posteridad) creo que la mejor manera que tienen los desarrolladores de hacerte volver a jugar un juego (o no dejar de hacerlo) no pasa por poner unos trofeillos, sino ofrecerte alicientes en forma de personajes, escenarios o modos de juego desbloqueables. Sí, esos que ahora nos venden por DLC.

Vamos, que en mi caso, como nintendero monógamo, no los echo mucho en falta porque secretillos y debloqueables que me motivan a seguir jugando no me faltan en los juegos.

Eso sí, a ver si Nintendo se pone las pilas de una vez con el online...