Ante tal superioridad, los chicos de EA Canadá lanzaban al mercado una nueva saga, totalmente alejada del realismo, y que se centraba en la espectacularidad y vistosidad de los partidos callejeros, nacía FIFA Street. Con jugadas imposibles, super tiros, fintas... el título se ganó su nicho en el mercado, el juego ideal para echar unas pachangas con unos colegas, en aquellos tiempos en los que para bien o para mal, el online estaba reservado al PC. Ante el éxito, saldrían dos nuevos juegos, (el tercero ya en esta generación) que no tuvieron el impacto del primero, y que serían defenestrados por jugadores y crítica.
Ante esto, EA ha decidido cortar por lo sano, dejarse de inventos y experimentos con gráficos cell shading, y acercar la saga a la simulación. De esta forma FIFA Street supone un acercamiento más realista al fútbol callejero. Usando el motor gráfico y una jugabilidad muy cercana a FIFA 12, el juego desde el primer momento entra por los ojos por su fluidez y el dinamismo y frenesí de los partidos, que a pesar de tener una duración estándar de 3 minutos por partes, se hacen "molto longos" si tenemos que aguantar el resultado.
Tenemos un gran cantidad de tipos de partidos diferentes, sin entrar en gran detalle en todos ellos destaca el modo Fútbol Sala, que intenta simular con acierto en algunos aspectos y sin mucha fortuna en otros, un deporte en el que España es bicampeona mundial y hexacampeona europea. En este modo hay faltas, el campo esta delimitado por lo que también hay fueras de banda, corners y el tiempo se para cuando el balón sale del terreno de juego.
Uno de los aspectos más destacables de estos partidos es lo tremendamente diminutas que parecen las porterías. Los porteros son gigantes realmente duros de pelar, y el marcador no suele ser tan abultado como en partidos normales de 4 vs 4 o 5 vs 5.
Sin embargo, el modo estrella es el denominado Tour Mundial. Creando un jugador a nuestra imagen y semejanza (o no), encabezamos un equipo que recorrerá el mundo a través de 4 fases. Venciendo a otros equipos en partidos con diferentes reglas, desbloquearemos equipaciones, regates, celebraciones, para nuestros jugadores, mejoraremos sus habilidades como si de un rpg se tratara, e incluso podremos fichar estrellas ya consolidadas para nuestra escuadra.
Entrando de lleno en la jugabilidad, uno de los grandes aciertos del juego es la combinación entre un sistema de control fácil, que permite competir de tú a tú desde el primer minuto a jugadores más curtidos, con aspectos más profundos como la variedad de regates o tácticas, que se convierten en una baza importantísima a nuestro favor, pero no imprescindible.
Tendremos un botón de pase, de tiro, de centro, y una gama amplísima de regates usando el joystick. En esta ocasión los regates pueden sacarnos de más de un apuro, pero contra buenas defensas es conveniente explotar las posibilidades del juego en equipo, y no emular a chupones de magnitudes bíblicas como Messi o CR7.
Una novedad y movimiento básico en el juego es el control urbano. Usando el gatillo izquierdo, pisaremos el balón y tendremos la posibilidad de cambiarlo de pierna y protegerlo sin movernos del sitio, pudiendo salir rápidamente cuando lo soltemos e intentemos avanzar.
En defensa dispondremos de un botón de presión, novedad también en FIFA 12, que hace que nuestro jugador automáticamente siga al contrario que tiene el balón limitándose a seguirlo a corta distancia. Dispondremos también del clásico botón de entrada fuerte, que tendremos que usar con cuidado para no dejar vendido a nuestro defensa.
En definitiva, estamos ante un FIFA en miniatura que se aprovecha de muchos aspectos jugables y gráficos de su hermano mayor, (también cuenta con el motor de colisiones) y que puede ser una buen comienzo de cara al desarrollo posterior de una saga que, aunque supone un soplo de aire fresco en el género, puede perder tirón si se convierte en un título anual.
Tenemos un gran cantidad de tipos de partidos diferentes, sin entrar en gran detalle en todos ellos destaca el modo Fútbol Sala, que intenta simular con acierto en algunos aspectos y sin mucha fortuna en otros, un deporte en el que España es bicampeona mundial y hexacampeona europea. En este modo hay faltas, el campo esta delimitado por lo que también hay fueras de banda, corners y el tiempo se para cuando el balón sale del terreno de juego.
Uno de los aspectos más destacables de estos partidos es lo tremendamente diminutas que parecen las porterías. Los porteros son gigantes realmente duros de pelar, y el marcador no suele ser tan abultado como en partidos normales de 4 vs 4 o 5 vs 5.
Sin embargo, el modo estrella es el denominado Tour Mundial. Creando un jugador a nuestra imagen y semejanza (o no), encabezamos un equipo que recorrerá el mundo a través de 4 fases. Venciendo a otros equipos en partidos con diferentes reglas, desbloquearemos equipaciones, regates, celebraciones, para nuestros jugadores, mejoraremos sus habilidades como si de un rpg se tratara, e incluso podremos fichar estrellas ya consolidadas para nuestra escuadra.
Entrando de lleno en la jugabilidad, uno de los grandes aciertos del juego es la combinación entre un sistema de control fácil, que permite competir de tú a tú desde el primer minuto a jugadores más curtidos, con aspectos más profundos como la variedad de regates o tácticas, que se convierten en una baza importantísima a nuestro favor, pero no imprescindible.
Tendremos un botón de pase, de tiro, de centro, y una gama amplísima de regates usando el joystick. En esta ocasión los regates pueden sacarnos de más de un apuro, pero contra buenas defensas es conveniente explotar las posibilidades del juego en equipo, y no emular a chupones de magnitudes bíblicas como Messi o CR7.
Una novedad y movimiento básico en el juego es el control urbano. Usando el gatillo izquierdo, pisaremos el balón y tendremos la posibilidad de cambiarlo de pierna y protegerlo sin movernos del sitio, pudiendo salir rápidamente cuando lo soltemos e intentemos avanzar.
En defensa dispondremos de un botón de presión, novedad también en FIFA 12, que hace que nuestro jugador automáticamente siga al contrario que tiene el balón limitándose a seguirlo a corta distancia. Dispondremos también del clásico botón de entrada fuerte, que tendremos que usar con cuidado para no dejar vendido a nuestro defensa.
En definitiva, estamos ante un FIFA en miniatura que se aprovecha de muchos aspectos jugables y gráficos de su hermano mayor, (también cuenta con el motor de colisiones) y que puede ser una buen comienzo de cara al desarrollo posterior de una saga que, aunque supone un soplo de aire fresco en el género, puede perder tirón si se convierte en un título anual.
1 comentario:
Pues yo sigo con ganas de probarlo jaja. Me atrae mucho esa mezcla de jugabilidad entre un fifa y otro. Y sobre todo, los partidos de fútbol sala, que es algo totalmente diferente, y que aún no he podido disfrutar en consola
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