Entiende a Nintendo: La historia de Nintendo (I)

Todos hemos jugado con algún juego de Nintendo, somos capaces de tararear la canción del Super Mario Bros. y nos hemos flipado matando moscas invisibles con el mando de Wii para luego descubrir que tampoco reproduce tan bien nuestros movimientos. Pero, ¿sabemos qué es Nintendo, aparte de la sacacuartos más adorable que podamos imaginar? A partir de ahora, en Machacándonos el Joystick viajaremos a épocas en las que no había ni joysticks para aprender un poco más sobre la historia de la gran N, que abarca más de 120 años, que se dice poco.

Nintendo es una empresa japonesa de videojuegos con sede en Kyoto. Es una de las empresas más ricas de Japón, ronda los 3.800 empleados, y ha vendido más de 2.400 millones de videojuegos en todo el mundo. Entre sus creaciones están Super Mario, Donkey Kong, la saga Legend of Zelda, Metroid o Pokémon. En la actualidad triunfan con las consolas Wii y Nintendo DS, y con la 3DS no tanto.

Placa en la antigua sede nintendera en Kyoto

Ejem... Érase una vez un honolable japonesito llamado Fusajiro Yamauchi, que fundó allá por 1889 (sí, ochocientos) una empresa de naipes llamada Nintendo Koppai, nombre que, traducido del japonés al inglis pitinglis y de éste al castellano, viene a significar "Déjale la suerte al cielo", por lo que le viene al pelo a un negocio de juegos de cartas. 

Yamauchi era un currante nato, y confeccionaba a mano él mismo todos los naipes, que no eran de póker, sino de una baraja tradicional japonesa llamada Hanafuda. Las cartas de Nintendo, de un tamaño menor al de las cartas occidentales, se vendían en los estancos de todo Japón y tenían muy buena fama en la época por su cuidado acabado, ya que estaban hechas con corteza de árbol y pintadas a mano.

Las buenas ventas desbordaron al pobre Yamauchi-san, que tuvo que empezar a contratar empleados para satisfacer la demanda.

Y, aquí se os romperá el corazón como a mí, se dice por ahí que los clientes que más engrosaban las sacas nintenderas por aquel entonces no eran otros que los matones de la Yakuza (la mafia japonesa), que gustaban de echarse partidillas de cartas apostándose algún que otro miembro. Que sepáis que la Yakuza mata a un Nintendog cada vez que jugáis al Mario...

Carta Hanafuda de Nintendo

Como curiosidad, en Japón se prohibieron los juegos de cartas a mediados del siglo XVII porque ya sabéis que los vicios son mu malos y las partidas acababan con peleas y padres de familia usando barriles a modo de prenda de vestir. Los artesanos de cartas crearon las Hanafuda,  barajas con dibujos de plantas y flores (Hanafuda significa cartas de flor) en en un intento de escabullirse de las prohibiciones de los gobernantes, ya que en teoría, al no tener números impresos no se prestaban a las apuestas.

Pues gracias a la empresa de Yamauchi, alias Papá Nintendo, los naipes Hanafuda volvieron a ser populares en Japón casi tres siglos después. El gobierno nipón levantó completamente las prohibiciones sobre las cartas precisamente en 1889, cuando nació Nintendo, que fue agregando a su catálogo más tipos de barajas e incluso inventando juegos nuevos. 

El caso es que en 1902 el gobierno nipón decidió aplicar un duro impuesto a todas las variedades de cartas en un intento de, decía, cuidar la moralidad del pueblo, además de, -esto no lo decía- aumentar los ingresos e invertirlos en el ejército. Y es que Japón mantenía un pique con Rusia para ver quien la tenía más larga (la fuerza militar).

Muchos tipos de naipes nintenderos

Pero pese al impuestazo, el amigo Fusajiro mantuvo a flote Nintendo mientras el resto de empresas de cartas se hundían gracias a su ojo para los negocios: introdujo las primeras cartas de estilo occidental producidas en Japón. Como estaba de moda el occidentalizando que es gerundo, el caso es que el negocio fue viento en popa y, en 1926, la compañía ya era la principal proveedora de cartas del país del sol naciente.

Y como los grandes montañeros, que se retiran cuando llegan a lo más alto, Fusajiro Yamauchi se retiró, y tras un par de décadas de transición en las que le sucedió el novio de su hija, Sekiryo Kaneda (que cambió el nombre de la compañía a Yamauchi Nintendo), en 1949 llegó a la presidencia de Nintendo Hiroshi Yamauchi, que gobernaría con mano de hierro la compañía y, tampoco le vamos a quitar mérito al hombre, la convertiría en, probablemente, la empresa de videojuegos más importante del mundo.

Un jovenzuelo Hiroshi Yamauchi

Por cierto, que Nintendo sigue fabricando en la actualidad naipes Hanafuda. Incluso hay ediciones con dibujos de Mario y compañía que, si sois recalcitrantes nintenderos como el que escribe esto, os gustará saber que podéis conseguir en el catálogo de estrellas de la web oficial (cuando hay existencias) a cambio de los puntos con los que Nintendo intenta compensar que sus juegos tarden más de un lustro en bajar de precio.

Vamos a guardar la partida y continuamos nuestra Super Guía nintendera otro día.